Robot aspirador:
Hay dos tipos de personas: Están los que limpian una o más veces a la semana y luego están los que limpian cuando los suegros, la familia o los amigos vienen de visita a casa.
Independientemente de cual sea tu caso, los robots aspiradores son para ti ya que son validos para las dos situaciones. De cualquier manera tendrás los suelos limpios con una mínima intervención humana.
Los nuevos modelos de aspiradoras robóticas están muy lejos de aquellos primeros modelos que había que seguir y que se pasaba los días en un rincón atollado mientras nos avisaba con un pitido de que no tenía batería.
Los últimos productos para limpiar los suelos de nuestro hogar tienen en cuenta el diseño para aumentar su eficiencia, guardan la suciedad en un receptáculo dentro de ellos, y pueden encontrar el camino a su estación de carga sin perderse ni estancarse para volver a cargar su batería y estar preparados para su próxima limpieza.
En este artículo aprenderás todo lo que necesitas saber acerca de estos aparatos. Y para que sepas qué robot aspirador es mejor comprar, haremos un examen a fondo del Roomba de iRobot y echaremos un vistazo a alguno de los demás robots aspiradores que hay en el mercado.
Fundamentos de las aspiradoras robóticas.
Hay muchísimos modelos de robots aspiradores disponibles en el mercado actualmente y cada uno tiene un precio que varia entre los 50€ y los 1800€, dependiendo de sus características y su tecnología.
Este tipo de aparatos suelen se de baja altura y tamaño compacto. Esto significa que pueden limpiar debajo de los muebles más bajos, cosa que un aspirado habitual no pude hacer ya que no llega. La gran mayoría de los fabricantes aconsejan usar un robot aspirador a modo de complemento de una limpieza con una aspiradora normal, no esta ideada como un reemplazo de la misma.
Estas aspiradoras están destinadas a realizar un mantenimiento diario o semanal entre cada ciclo de limpieza con una aspiradora convencional. Sin embargo, si no tienes tiempo de pasar la aspiradora manualmente, este pequeño ayudante robótico puede ayudarte a mantener tus suelos medianamente limpios y recogidos, y tú no tendrás que mover ni un dedo.
Con mucho, el robot aspirador más popular en los Estados Unidos (e incluso me atrevería a decir que en el mundo entero) es el Roomba de iRobot, que cuenta con varias series en su trayectoria. Su primer modelo fue el Roomba Red, pero en la actualidad podemos encontrar modelos mucho más modernos y efectivos.
Lo que podemos encontrar dentro de un Roomba.
Los aspiradores Roomba tienen una forma circular y miden aproximadamente 35 centímetros de diámetro y unos 9 centímetros de altura.
Examinando el exterior de aparato podemos ver que funciona mediante una batería NiMH recargable. El paquete de bateria tiene una potencia de 3 amperios/hora y tarda cerca de 7 horas en cargarse por completo. Los modelos más recientes han acortado el tiempo de carga hasta unas tres horas.
Una carga completa equivale a dos horas de limpieza aproximadamente, que en el mundo de la Roomba significa aspirar tres habitaciones de tamaño mediano antes de que necesite recargarse.
El mecanismo de movilidad se compone principalmente de dos ruedas grandes situadas paralelamente en el centro impulsadas por el motor que alterna la potencia que suministra a cada rueda.
Roomba tiene un total de 5 motores: Uno para conducir cada una de las ruedas (2 en total), uno para activar la succión, otro para accionar el cepillo giratorio lateral y el último para mover los cepillos contrarrotantes.
El sistema de navegación.
El sistema de auto-navegación es lo que hace robótico a un robot aspirador, y la mayor diferencia entre un modelo de 50€ y uno de 1500€ es la precisión de los sensores de navegación. Roomba utiliza AWARE (tm), el sistema de inteligencia robótica de iRobot que puede tomar decisiones por si mismo, requiriendo una mínima intervención humana para su funcionamiento. Este sistema se compone de múltiples sensores que recogen datos externos del ambiente donde se encuentra, los envían al microprocesador del robot y éste actúa en consecuencia.
Según iRobot, el sistema puede recoger datos de la nueva estancia hasta 67 veces por segundo.
Lo primero que hace el aspirador tras pulsar CLEAN es calcular el tamaño de la habitación. iRobot no nos cuenta exactamente como hace esto, pero se cree que envía una señal de infrarrojos y calcula cuanto tiempo tarda en llegar hasta el receptor de infrarrojos situado en su parachoques.
Una vez que se sabe el tamaño de la habitación, el robot puede calcular cuánto tiempo debe pasar limpiándolo.
Mientras que Roomba esta limpiando el suelo, va evitando objetos o muebles gracias a sus 4 sensores infrarrojos delanteros. Estos sensores de desnivel constantemente están enviando señales infrarrojas, y Roomba espera que reboten inmediatamente de nuevo. Si resulta que se está acercando a una escalera, las señales de los sensores de repente se pierden y el robot gira hacia otro lugar. Cuando Roomba se golpea contra algo, su parachoques se retrae, activando sensores mecánicos que sienten que Roomba se ha encontrado con un obstáculo, a continuación, gira y se mueve hacia adelante hasta que encuentra un camino despejado por el que seguir.
Otro sensor infrarrojo, que vamos a llamar sensor de la pared, se encuentra en el lado derecho del parachoques y permite al robot seguir muy de cerca el borde de las paredes y de los muebles sin tocarlos.
Independientemente de cual sea tu caso, los robots aspiradores son para ti ya que son validos para las dos situaciones. De cualquier manera tendrás los suelos limpios con una mínima intervención humana.
Los nuevos modelos de aspiradoras robóticas están muy lejos de aquellos primeros modelos que había que seguir y que se pasaba los días en un rincón atollado mientras nos avisaba con un pitido de que no tenía batería.
Los últimos productos para limpiar los suelos de nuestro hogar tienen en cuenta el diseño para aumentar su eficiencia, guardan la suciedad en un receptáculo dentro de ellos, y pueden encontrar el camino a su estación de carga sin perderse ni estancarse para volver a cargar su batería y estar preparados para su próxima limpieza.
En este artículo aprenderás todo lo que necesitas saber acerca de estos aparatos. Y para que sepas qué robot aspirador es mejor comprar, haremos un examen a fondo del Roomba de iRobot y echaremos un vistazo a alguno de los demás robots aspiradores que hay en el mercado.
Fundamentos de las aspiradoras robóticas.
Hay muchísimos modelos de robots aspiradores disponibles en el mercado actualmente y cada uno tiene un precio que varia entre los 50€ y los 1800€, dependiendo de sus características y su tecnología.
Este tipo de aparatos suelen se de baja altura y tamaño compacto. Esto significa que pueden limpiar debajo de los muebles más bajos, cosa que un aspirado habitual no pude hacer ya que no llega. La gran mayoría de los fabricantes aconsejan usar un robot aspirador a modo de complemento de una limpieza con una aspiradora normal, no esta ideada como un reemplazo de la misma.
Estas aspiradoras están destinadas a realizar un mantenimiento diario o semanal entre cada ciclo de limpieza con una aspiradora convencional. Sin embargo, si no tienes tiempo de pasar la aspiradora manualmente, este pequeño ayudante robótico puede ayudarte a mantener tus suelos medianamente limpios y recogidos, y tú no tendrás que mover ni un dedo.
Con mucho, el robot aspirador más popular en los Estados Unidos (e incluso me atrevería a decir que en el mundo entero) es el Roomba de iRobot, que cuenta con varias series en su trayectoria. Su primer modelo fue el Roomba Red, pero en la actualidad podemos encontrar modelos mucho más modernos y efectivos.
Lo que podemos encontrar dentro de un Roomba.
Los aspiradores Roomba tienen una forma circular y miden aproximadamente 35 centímetros de diámetro y unos 9 centímetros de altura.
Examinando el exterior de aparato podemos ver que funciona mediante una batería NiMH recargable. El paquete de bateria tiene una potencia de 3 amperios/hora y tarda cerca de 7 horas en cargarse por completo. Los modelos más recientes han acortado el tiempo de carga hasta unas tres horas.
Una carga completa equivale a dos horas de limpieza aproximadamente, que en el mundo de la Roomba significa aspirar tres habitaciones de tamaño mediano antes de que necesite recargarse.
El mecanismo de movilidad se compone principalmente de dos ruedas grandes situadas paralelamente en el centro impulsadas por el motor que alterna la potencia que suministra a cada rueda.
Roomba tiene un total de 5 motores: Uno para conducir cada una de las ruedas (2 en total), uno para activar la succión, otro para accionar el cepillo giratorio lateral y el último para mover los cepillos contrarrotantes.
El sistema de navegación.
El sistema de auto-navegación es lo que hace robótico a un robot aspirador, y la mayor diferencia entre un modelo de 50€ y uno de 1500€ es la precisión de los sensores de navegación. Roomba utiliza AWARE (tm), el sistema de inteligencia robótica de iRobot que puede tomar decisiones por si mismo, requiriendo una mínima intervención humana para su funcionamiento. Este sistema se compone de múltiples sensores que recogen datos externos del ambiente donde se encuentra, los envían al microprocesador del robot y éste actúa en consecuencia.
Según iRobot, el sistema puede recoger datos de la nueva estancia hasta 67 veces por segundo.
Lo primero que hace el aspirador tras pulsar CLEAN es calcular el tamaño de la habitación. iRobot no nos cuenta exactamente como hace esto, pero se cree que envía una señal de infrarrojos y calcula cuanto tiempo tarda en llegar hasta el receptor de infrarrojos situado en su parachoques.
Una vez que se sabe el tamaño de la habitación, el robot puede calcular cuánto tiempo debe pasar limpiándolo.
Mientras que Roomba esta limpiando el suelo, va evitando objetos o muebles gracias a sus 4 sensores infrarrojos delanteros. Estos sensores de desnivel constantemente están enviando señales infrarrojas, y Roomba espera que reboten inmediatamente de nuevo. Si resulta que se está acercando a una escalera, las señales de los sensores de repente se pierden y el robot gira hacia otro lugar. Cuando Roomba se golpea contra algo, su parachoques se retrae, activando sensores mecánicos que sienten que Roomba se ha encontrado con un obstáculo, a continuación, gira y se mueve hacia adelante hasta que encuentra un camino despejado por el que seguir.
Otro sensor infrarrojo, que vamos a llamar sensor de la pared, se encuentra en el lado derecho del parachoques y permite al robot seguir muy de cerca el borde de las paredes y de los muebles sin tocarlos.
También determina su propia trayectoria de limpieza utilizando, según iRobot, un algoritmo preestablecido que logra una cobertura completa del suelo.
Roomba comienza la limpieza en un movimiento en espiral hacia el exterior, y luego se dirige hacia el borde de la habitación. Cuando se encuentra un obstáculo, considera que ha alcanzado el término de la habitación. A continuación, limpia a lo largo del borde hasta que choca con otro obstáculo, en cuyo punto, limpia alrededor de él.
La idea es que si limpia una cierta cantidad de tiempo, va a cubrir todo el perímetro completo, pero realmente es bastante impredecible y no se sabe a ciencia cierta si logra una cobertura completa.
El robot Roomba puede limpiar durante unas dos horas con una sola carga completa. Una vez sienta que se le acabe la batería, Roomba volverá a su base y se conectara. Esto es posible mediante el receptor de infrarrojos de su parachoques delantero. Cuando la batería está baja, el robot empieza a buscar la señal infrarroja emitida por la base de carga, una vez que lo encuentra, Roomba sigue la señal y se acopla a el.
Así que el Roomba es lo suficientemente inteligente como para limpiar el suelo mientras nosotros estamos en el cine, pero hay algunas acciones que tenemos que hacer para ello.
En primer lugar, tenemos que eliminar posibles obstáculos del suelo (zapatos, cajas, mochillas…), así Roomba no se atascara en ellos ni tardará tanto tiempo en limpiar la zona.
Podemos decirle al Roomba donde no debe limpiar, para ello utilizaremos las paredes virtuales que vienen incluidas, cuya función es mantener al robot dentro de ciertos límites.
Roomba comienza la limpieza en un movimiento en espiral hacia el exterior, y luego se dirige hacia el borde de la habitación. Cuando se encuentra un obstáculo, considera que ha alcanzado el término de la habitación. A continuación, limpia a lo largo del borde hasta que choca con otro obstáculo, en cuyo punto, limpia alrededor de él.
La idea es que si limpia una cierta cantidad de tiempo, va a cubrir todo el perímetro completo, pero realmente es bastante impredecible y no se sabe a ciencia cierta si logra una cobertura completa.
El robot Roomba puede limpiar durante unas dos horas con una sola carga completa. Una vez sienta que se le acabe la batería, Roomba volverá a su base y se conectara. Esto es posible mediante el receptor de infrarrojos de su parachoques delantero. Cuando la batería está baja, el robot empieza a buscar la señal infrarroja emitida por la base de carga, una vez que lo encuentra, Roomba sigue la señal y se acopla a el.
Así que el Roomba es lo suficientemente inteligente como para limpiar el suelo mientras nosotros estamos en el cine, pero hay algunas acciones que tenemos que hacer para ello.
En primer lugar, tenemos que eliminar posibles obstáculos del suelo (zapatos, cajas, mochillas…), así Roomba no se atascara en ellos ni tardará tanto tiempo en limpiar la zona.
Podemos decirle al Roomba donde no debe limpiar, para ello utilizaremos las paredes virtuales que vienen incluidas, cuya función es mantener al robot dentro de ciertos límites.